Las acciones de prevención deberán estar dirigidas a renovar reinas
y a controlar excesos de población de obreras y la saturación de espacio en las colmenas, teniendo en cuenta la herencia genética.
Para ello lo habitual es hacer núcleos 
con las colmenas que destaquen en la época adecuada, primavera temprana. El procedimiento más usado es trabajar sobre las colmenas más avanzadas, cuando tengan al menos unos 7 marcos de cría. A estas se les sustituyen, al menos, unos 3 marcos por cera estirada vacía, o láminas, según convenga. Esos marcos deberán llevar abejas, cría abierta, cría cerrada, y reservas de miel y polen. Con ellos se formará un núcleo, que deberá tener alrededor de 3 marcos de cría abierta y cerrada, cubiertos de abejas. El núcleo se completa con otro cuadro más de reservas de miel y de polen, y con una lámina de cera estampada.
Los marcos se revisan 
antes de sacarlos definitivamente de la colmena a la que intentamos esponjar, para verificar que no esté la reina. El núcleo al que van puede formarse con marcos de cría y abejas de una sola, o de diferentes colmenas. Si, finalmente, queda poco poblado de abejas, se le sacuden las de algún otro, o algunos otros marcos, de las colmenas que sea, revisando antes que no vaya la reina.
Los núcleos formados pueden llevarse a otro apiario, 
distante al menos unos 4 km. Si se dejan en el mismo apiario corren el peligro de desabejarse más o menos; las abejas viejas que puedan llevar, cuando salgan, pueden volver a su posición inicial. También pueden mantenerse encerrados en lugar fresco unas 24 horas, y liberarlos al atardecer.
Si han de quedarse en el mismo apiario, 
debe colocarse su piquera más o menos equidistante de la de otra colmena con buena cantidad de abejas de campo, viejas (“vuelo” o “trío”). Si esperamos unos minutos veremos si el “vuelo” se reparte bien. Si no lo hace, acercaremos o alejaremos una de las dos colmenas hasta conseguir un reparto igualitario. Es importante que los frontales de la colmena y del núcleo sean lo más iguales posibles, y eliminar los elementos de referencia para la antigua piquera: matas muy próximas, piedras adyacentes…    
El marco con puesta reciente de los núcleos, 
del que sacarán reina, debería ser de una colmena elegida por sus buenas característicasbuena productora, tolerante a varroa y otras enfermedades, y mansa, ya que de esta manera aumentaremos la proporción de colmenas que, en la siguiente generación, tengan también esas buenas características.
La lámina de cera estampada 
sirve de avisador: si las abejas la están trabajando bien es señal de que tienen una reina que se fecundó.
Si el núcleo no lleva reina 
las obreras iniciarán la cría de una nueva, “de salvamento”, a partir de una celda de obrera con larva recién nacida, ampliando sus paredes y estirándolas hacia fuera. Aparentemente estas celdillas de reina serán más pequeñas, pero solo porque tienen una parte dentro del panal (Foto 6). La nueva reina emergerá a los 13 días, y pondrá huevos alrededor de 5 semanas más tarde de haber hecho el núcleo. En este tiempo no es conveniente molestar a la colmena. Todo lo más, alimentarla con jarabe, y, si procede, con una pasta proteica.

Foto 6. Celdas reales 


Estos núcleos se utilizan 
en la explotación para mantener el número de colmenas, reponer bajas y sustituir a las que tienen reinas que ya fallan por la edad, enfermedades o malas características. Para ello muchas explotaciones llevan en cada apiario una cierta cantidad de ellos, que sirven a ese propósito.
Los núcleos también se pueden usar para 
aumentar el número de colmenas, o para vender, como una producción más de la explotación.
Es necesario iniciar estas operaciones 
antes de que la colmena empiece la cría masiva de celdas reales. De lo contrario las abejas seguirán respondiendo a su instinto de reproducción.
Colocar un alza en el momento adecuado 
también puede ser una buena práctica para derivar a las abejas hacia otras actividades distintas de la enjambrazón.