Imagen. Caricatura Apis


La salida de un enjambre de una colmena 
es un proceso natural, inevitable, pero que en las explotaciones apícolas puede ser conducido de manera que no suponga una gran pérdida de abejas para el apicultor.

Para ello hay que intentar prevenirlo, en la medida de lo posible. Varios son los factores a tener en cuenta:

  • Edad de la reina: las reinas jóvenes, de un año, tienen menos tendencia a enjambrar, alrededor del 30 %. Las de dos años el doble. Y las de tres años casi todas. Por eso los años de poca enjambrazón suelen ser seguidos por otro de mucha enjambrazón.
  • Floración: las colmenas que hayan aumentado de población, criado zánganos, y estén saturadas de espacio tendrán más tendencia a enjambrar, si hace buena meteorología. Una floración lenta da para que las colmenas críen más abejas, y mantengan abejas con poca actividad, lo que aumenta la tendencia a la enjambrazón. Una floración rápida provoca que, según se vayan vaciando las celdillas de cría, se llenen de miel, y se bloquee la cría con ese almacenamiento, lo que induce a un bloqueo total del espacio disponible en los panales, y a inactividad de las abejas, acelerando también la enjambrazón.
  • ¿Herencia?: las abejas con poca sensibilidad olfativa (lo que dependerá de su herencia materna y paterna) no detectarán bien las feromonas de la reina, y tendrán más tendencia a enjambrar antes. No está cuantificada la heredabilidad de este carácter.