Contexto del propóleo

En las últimas décadas, 
Los productos procedentes de la colmena están centrando la atención de la comunidad científica debido a sus propiedades beneficiosas sobre la salud humana. Entre estos productos encontramos el propóleo, una sustancia resinosa que las abejas (Apis spp.) recogen de las resinas de distintas plantas, principalmente de las yemas. En función de su origen botánico, su color puede variar del amarillo al negro, pasando por el verde, el rojo y el marrón.
Las abejas lo emplean principalmente
Para sellar grietas y huecos, así como para cubrir cadáveres de intrusos que mueren dentro de la colmena y evitar su descomposición. El propóleo también protege la colonia de enfermedades por su papel en la inmunidad social gracias a sus propiedades antimicrobianas.
Imagen. Abeja obrera con propóleo en su tercer par de patas. 


El uso del propóleo 
Por el ser humano se remonta a la antigüedad y ha sido usado en medicina popular en muchas partes del mundo. Las culturas egipcia, griega y romana ya lo utilizaban por sus propiedades curativas. Siempre se le ha considerado un agente antiinflamatorio y se ha empleado para la cura de heridas y regeneración de tejidos. Dado el gran interés de este subproducto de la colmena, en las últimas décadas se ha profundizado en el estudio científico de sus componentes y propiedades biológicas.


¿Qué es el propóleo?

El propóleo es una mezcla compleja, 
Formada por resinas de plantas (hasta un 60%), cera (hasta un 30%), polen y otros compuestos orgánicos. Entre estos últimos, encontramos los polifenoles y aceites esenciales, entre los cuales destacan como sustancias biológicamente activas los flavonoides, ácidos fenólicos y los terpenos.

Imagen. Propóleo en colmena.


La metodología empleada 
En la extracción del propóleo puede influir en su actividad en función de la solubilidad en distintos solventes. Los extractos más comunes se encuentran en alcohol etílico, glicerina, glicoles y agua.